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viernes, 1 de mayo de 2015

El Diario Del Forense 


Todas las mañanas cuando camino rumbo a mi trabajo, experimentando una sensación extraña, cada vez que me acerco mas y mas a ese lugar que todos los días consume un diminuta pero importante parte de mi alma, los latidos de de mi corazón se hacen cada vez mas y mas fuertes, es como si ese coagulo de sangre que habita en mi pecho quisiera detener mis pisadas.

Soy un hombre al que le repugna su trabajo, lo ejerzo como consecuencia de aquel capricho al cual mi padre se aferro, obligarme a estudiar la Medicina Forense. Nunca fui una persona que creyera en tontas historias de fantasmas, yo veía a los cadáveres como simples maniquíes, para mi esos cuerpos no eran personas, para verlos como personas necesitaban la única cosa que los hacia persona, su alma.

Pero a pesar de ser un escéptico con respecto a los temas paranormales tengo que liberarme de esta bizarra fatiga que todos los días se apodera de mi ser, empezando por clavar aquellos recuerdos nuevamente en mi mente, aquellos motivos por los que sin dar palabra alguna, la antigua morgue donde yo solía trabajar fue cerrada sin explicación.

 Cuando abrí aquella enorme puerta de metal, un olor putrefacto proveniente de tres cadáveres en alto estado de descomposición me dan un beso de bienvenida justo en mi ya masacrado olfato.

-Buenos días Matias, estos cuerpos fueron encontrados a la orilla de un río hace apenas unos cuantos minutos, y fueron traídos aquí por por el cuerpo de investigación, prepara un informe rápido, tenemos que sacar esa maldita pudrición de aquí tan rápido como se pueda,   volveré en después de almuerzo; buenos días.

Las palabras del dueño de aquella morgue, mi jefe para aquel entonces, Oliver Kruspe, no fueron tan distintas a la de días anteriores, el era un hombre al que yo personalmente consideraba una persona sin mucha ética. 

Cuando empiezo a examinar aquellos cadáveres un extraño ruido proveniente de la habitación vecina atrajo mi atención, escuche como si alguien hubiese dejado caer algún objeto de metal al piso, fue un golpe fuerte y seco, en aquella habitación  estaba el refrigerador mortuorio, por lo tanto supuse que mi jefe había llegado para mostrar algún cadáver a la policía. Seguí con mi trabajo, ya quería sacar de la sala de autopsias aquellos cadáveres putrefactos.

Al siguiente día mientras elaboraba un informe sobre el cadáver de una niña de 12 años que fue encontrada en el patio de su casa con marcas de estrangulador  volví a escuchar ruidos provenientes de aquella habitación, esta vez decido ir a ver, pero cuando entro en aquella habitación no había rastro de nada, generalmente yo siempre estaba solo en la morgue por la mañana, mi jefe llegaba después de la hora del almuerzo, y a a veces no llegaba, solo recibía visitas de los cuerpos policiales, y estos tardaban mas en llegar que en irse. Revise el refrigerador, solo habían dos cuerpos en este, el cual tenia capacidad para albergar hasta 15 cuerpos. Cuando mi jefe llega por la tarde no dude en preguntarle si había estado en la morgue en horas de la mañana y no me había avisado, pues como ya yo me lo esperaba este negó haber estado allí. 

Cuando llego a mi casa enciendo el televisor, me acomodo en mi sofá cuando entra mi mujer diciéndome que ponga CNN, al parece un asesino en serie estaba suelto en la ciudad, al que se le atribuían crímenes de niñas y adolescentes, se le imputaba por la muerte de aquella niña a la que en esa mañana le había elaborado un informe, y también el de varias jóvenes, una de ella era albina, y en ese momento un recuerdo vino a mi cabeza, uno de los dos cadáveres que albergaban el refrigerador mortuorio era el de aquella chica albina.



Cuando llego a la morgue al día siguiente, entro y no encuentro a mi jefe por ningún lado, lo llame en voz alta y este después de uno o dos minutos salio del cuarto en donde se encontraba el refrigerador, me miro y me dijo:

-Ese maldito asesino volvió hacer de las suyas, mato a dos hermanas adolescentes, hoy vienen por la chica albina y por el otro viejo, mañana entregaremos los cadáveres de las dos hermanas, sus padres vienen de  otro país, al parecer eran estudiantes de intercambio. 

A lo que respondí:

-Entendido Señor Kruspe, ya hemos tenido a 4 de las victimas en esta morgue, eso es señal de que los cuerpos policiales están contentos con nuestro trabajo 

Me miro con una sarcástica e hipócrita sonrisa en su cara y me dijo:

-Tu solo has tu trabajo, para eso te pago, ya deberías estar examinando el cadáver de esa chica albina.

Diciendo esto se marcha, ya estaba acostumbrado a ese tipo de respuestas viniendo de el, 
preparo todo para comenzar la autopsia de aquella chica, y descubro que fue violada, pero esta tenia signos de ser violada después de su muerte, en ese momento pensé que el objetivo de aquel asesino era la necrofilia, cuando empiezo a escribir mi informe aquellos molestos ruidos me visitaron de nuevo, inmediatamente sin pensarlo dos veces fui a ver que pasaba, al entrar en aquella habitación algo despertó mi curiosidad; una de las puertas del refrigerador estaba abierta, cuando la fui a cerrar note que contenía el cadáver de una de las hermanas, ya me estaba cansando de aquellos ruidos, en ese momento se me vino una idea a la cabeza, yo tenia en la sala de autopsias una cámara para grabar algunas de mis autopsias, en ocasiones los cuerpos de seguridad me lo exigían, nunca entendí el motivo de tal petición

Decidí dejar grabando la cámara en un lugar escondido de la habitación, solo para ver cual podía ser el motivo de aquellos ruidos, antes de marcharme a casa lo hice, y la deje grabando durante la noche. Casi no pude dormir pensando en que podría  encontrar al día siguiente, así que por primera vez en mucho pero mucho tiempo, sentía una pequeña emoción positiva camino a mi trabajo. Cuando llegue mi jefe me atendió como todos los días. he inmediatamente luego de que este se marchara igual que siempre corrí a ver la grabación.

La cámara logro grabar un angulo bastante amplio de la habitación, por una hora no ocurrió absolutamente nada, en ese momento repica el teléfono que había en la sala de autopsias, era la policía, diciéndome que habían encontrado un cuerpo mas. recibí el cuerpo, lo deje en el refrigerador, era otra adolescente, fui a ver nuevamente la cámara, había dejado reproduciendo el vídeo, cuando vuelvo a poner mi mirada en la grabación veo a mi jefe saliendo de esa habitación, me pareció extraño así que regrese el vídeo. Cuando vi lo que mi jefe hacia allí me impacte totalmente, no podía moverme,  a gran magnitud la repugnancia que fatigaba a todo mi cuerpo era incontrolable; mi jefe estaba violando al cadáver de una de las hermanas, no podía creer lo que yo veía en ese cámara, tan repugnante acto de necrofilia, fui adelantando la grabación poco a poco hasta llegar a las 6 de la mañana pero se detuvo, la cámara no grabo mas, la memoria estaba llena. 




Decidí no de decir nada aun, borre toda la evidencia, pero antes de ponerme a trabajar deja la cámara grabando nuevamente, no podía concentrarme en mi trabajo, de repente escuche ruidos desde la otra habitación, cuando yo me encontraba realizando una autopsia no me despegaba del cadáver, trataba de ignorar cualquier cosa. Cuando termine con los cuerpos de las hermanas fui en busca por el de aquella adolescente, cuando abrí el refrigerador me encontré con algo impactante,  el  cuerpo de mi jefe, estaba desangrado encerrado en el refrigerador, de repente vino a mi un olor putrefacto, no sabia de donde venia, así que rápidamente comencé a ver la grabación.


Mi jefe llego poco después de que yo empezara a hacer la autopsia a las hermanas, saco el cuerpo de aquella chica adolescente a quien yo había recibido, me imagine que ya mi jefe se había informado y de inmediato corrió  a la morgue  a probar  su nuevo cadáver, pero algo extraño sucedió, de uno de los compartimientos del refrigerador mortuorio, el ultimo de izquierda a derecha de la parte superior salio una persona, mientras mi jefe violaba a el cuerpo de aquella adolescente, pero como podía estar una persona ahí, fue lo primero que me pregunte, al detallar mejor el vídeo vi que era un cadáver eso me aterro demasiado, aquel cadáver tomo un bisturí  que aparentemente tenia clavado y con este mato a mi jefe, yo estaba totalmente impactado, aquella cosa era una mujer, aparentemente en estado de descomposición, ya sabia de donde venia el mal olor, cuando di la vuelta para salir de ese lugar  me di cuenta que aquella cosa me miraba fijamente, ya había salido del refrigerador sin que yo me percatara, y si, tenia un bisturí enterrado en su abdomen, rápidamente tome una lampara que había en ese lugar, esperaba que esa cosa me atacara, pero no hacia nada mas que mirarme a los ojos, yo no sabia que hacer así que comencé a gritar a todo pulmón, parece que el hecho de que hubiese gritado molesto a ese zombi, fue ahí cuando empezó a caminar hacia mi, seguí gritando y parecía que lo molestaba mas y mas, cuando saco su arma de su abdomen le tire la lampara, eso pareció haber aturdido al zombi así que corrí empujándola a un lado pero aun así alcanzo a cortarme con su bisturí una oreja.

Cuando salí de la habitación me encuentro con aquella cosa en la sala de autopsias, ¿pero como? si yo la había dejado encerrada en aquella habitación, de inmediato decidí correr fuera de la morgue, y aquella cosa empezó a correr detrás de mi, cuando llegue a la puerta, estaba estaba trancada, así que corrí a la sala crematoria, esta cosa me persiguió hasta allí, decidí la manera de acabarla, la enfrente, tome un enorme crucifijo de metal que se encontraba allí y la golpee con todas mis fuerzas, haciendo que quedara aturdida y que perdiera su bisturí, la alce y a la fuerza logre meterla en el horno, me costo mucho ya que ella me estaba mordiendo el brazo, logre  hacer que se soltara de mi arrancando un gran pedazo de mi brazo, cerré la puerta del horno y comencé a preparar todo para quemarla, esa sala crematoria tenia mucho tiempo sin usarse, no tenia la esperanza de que funcionara el horno, pero milagrosamente funciono, aquella cosa nunca hablo ni grito ni hizo ningún ruido, pero cuando el fuego se encendió, empezó a dar gritos espeluznantes, por fin me había desecho de aquella cosa, ahora solo me tocaba explicar todo a la policía, escuche que el teléfono de la sala de autopsias empezó a sonar, era la policía, me dijeron que iban a la morgue a llevar el cuerpo de una persona ahogada.

Rápidamente organice una escena del crimen,  busque la cámara y borre parte del vídeo, desde el momento en que aquella cosa había salido del refrigerador, logre convencer al juez de que yo había quemado vivo a mi jefe metiendolo a la fuerza en aquel horno, ya que este me decía que mataría a mi hija, pues  también dije que el era el asesino, y que mataba a las chicas para después violarlas en la morgue,  algo que al parecer era cierto por que los asesinatos cesaron, todo lo que hice fue remplazar a esa mujer zombi en todo lo sucedido por mi jefe, la familia Kruspe conserva las cenizas de Oliver, si, sus cenizas; pero también la de aquella maldita cosa, la cual dejo un recuerdo que no sale ni nunca saldrá de mi cabeza.

La morgue fue cerrada por actos de necrofilia y con respecto a mi brazo, pues tiene un enorme agujero, los médicos solo pudieron reconstruir parte de mi oreja, y la verdad de todo lo sucedido solo lo sabre yo y este diario, el cual también es el único que sabe aparte de mi, la nueva adicción que se ha apoderado de mi ser, la necrofilia.



Matias Cuervo 


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